jueves, 27 de enero de 2011

El Ferrocarril Eléctrico del Guadarrama - 1ª parte

Una de las líneas más especiales de toda la red ferroviaria española es la que une la población serrana de Cercedilla (Madrid) con los puertos de Navacerrada y Los Cotos.

FEG M-101, Puerto de Navacerrada
Una composición formada por el coche motor M-101 y el remolque R-104 efectúa su entrada en Puerto de Navacerrada.Se puede considerar que la imagen está tomada en una época de transición (finales de los años 1940), dado que la explotación ya ha sido encomendada a la RENFE, manteniendo la S.A. del Ferrocarril Eléctrico del Guadarrama la titularidad del servicio y los bienes.
Foto: Archivo del Museo Vasco del Ferrocarril


A comienzos del siglo XX los aficionados a los diferentes deportes de montaña (senderismo, esquí, escalada, etc.) que utilizaban la Sierra de Guadarrama para su esparcimiento se encontraban con que las infraestructuras con que contaban para acceder a la sierra eran completamente deficitarias e insuficientes. Dada su condición de enclave ferroviario muchas de las rutas para acceder a la sierra partían de las inmediaciones de la población de Cercedilla. Hasta este lugar, cuya existencia se remonta a los tiempos de la ocupación por parte del Imperio Romano, llega la línea de ferrocarril Villalba - Segovia - Medina del Campo (amputada la sección Segovia - Medina del Campo desde 1993), siendo los servicios de la Compañía del Norte los que predominantemente eran utilizados por los intrépidos excursionistas.

La subida desde la estación de ferrocarril, situada en la carretera de Guadarrama, hasta el Puerto de Navacerrada, era ciertamente penosa, dado que la única vía de acceso era el denominado Camino del Calvario, que permitía subir, a través de un auténtico "camino de cabras", hasta el paraje conocido como El Ventorrillo, cogiendo en este punto la carretera nacional, hoy conocida como M-601 en la vertiente madrileña y como CL-601 en la vertiente segoviana. Subir las pendientes que se dan en la inmensa mayoría de caminos de la sierra madrileña, cargado con esquíes de madera de algo más de 2 metros de largo y con el resto del equipo para "patinar" un rato era un verdadero calvario. Entre estos sufridos deportistas a menudo se oía frases como "si esta sierra estuviese tan cerca de París o de Londres como lo está de Madrid estaría cuajada de tranvías, teleféricos, hoteles y campos de sport", afirmación a la que siempre alguien añadía que "ya vendrá un empresa extranjera que lo haga". Sin embargo, fue un grupo de valientes montañeros quien decidió lanzarse a la aventura de proyectar y construir un ferrocarril de tracción eléctrica para enlazar la estación ferroviaria de Cercedilla con el Puerto de Navacerrada.

Nacimiento y primeros tiempos

Es por ello que el 5 de junio de 1917 se constituye el Sindicato de Iniciativas del Guadarrama, con la intención de construir "un tranvía de tracción eléctrica" hasta el Puerto de Navacerrada. El S.I.G. estudió distintos itinerarios para llegar en tren al Puerto de Navacerrada: desde Collado Villalba, desde Collado Mediano, desde Cercedilla e incluso desde Madrid, solución que se abandonó rápidamente por su coste inabordable, además de que ya existía una línea férrea entre Madrid y la sierra de Guadarrama, la denominada "línea Imperial" Madrid - Irún, vía Ávila, y el ramal Villalba - Segovia - Medina del Campo, hoy limitado, como se ha citado anteriormente, al trayecto entre Villalba y Segovia.
La solución de Collado Villalba tenía la ventaja de empalmar con la línea General del Norte, de mayor actividad que la línea de Segovia con la que empalmaban las soluciones de Cercedilla y Collado Mediano, pero su recorrido era mayor y por tanto resultaba más cara. Finalmente se adoptó la línea con origen en Cercedilla porque era la línea más corta y recorría un paisaje más atractivo que las otras soluciones. El proyecto del nuevo ferrocarril fue redactado por el ingeniero de caminos
José de Aguinaga y Keller, en cuyo honor se nombra una calle de Cercedilla junto a la cual circula la línea.

Tras el otorgamiento de la concesión por Real Orden del día 23 de febrero de 1919, el 2 de abril de 1919 el Sindicato de Iniciativas del Guadarrama se convierte en la "Sociedad Anónima del Ferrocarril Eléctrico del Guadarrama", con la ya clara intención de realizar las obras y actuaciones necesarias para lograr acercar el Puerto de Navacerrada a todos los madrileños. Las obras comenzaron en octubre de 1919, tras las debidas gestiones para ocupar los terrenos expropiados. La situación social en España durante aquellos años y, muy especialmente, la dureza del clima, que solo permitía trabajar 6 meses al año por la permanente presencia de hielo y nieve, hicieron que el avance de las obras fuese muy lento, no concluyéndose las mismas hasta bien entrado el año 1923. Tras la oportuna inspección por las autoridades pertinentes, la línea recibió el visto bueno para su apertura durante el mes de julio de 1923, cuya inauguración aconteció el 12 de julio de 1923, abriéndose al público el día 11 de agosto de 1923, abriéndose así una tranquila existencia durante la cual los tráficos de viajeros aumentarían hasta tal punto que el material motor resultaba insuficiente.

Segunda República y Guerra Civil

Durante la década de 1930 existieron diversos proyectos para mejorar y ampliar la línea, entre otros objetivos ya se hablaba en el seno de la Sociedad de acometer la ampliación hasta el Puerto de Los Cotos y a continuación ejecutar la bajada, a través del Valle del Lozoya, hasta la estación de Gargantilla-Lozoya. Sin embargo, lo que más urgía era ampliar la potencia de la subestación de Siete Picos, a través de una línea de alta tensión desde los "Saltos del Alberche", en las proximidades de El Espinar. Así, tranquilamente, y al margen de los graves acontecimientos sociales que preludiaban la llegada de una guerra civil, transcurría la existencia del Ferrocarril Eléctrico del Guadarrama, hasta poco antes del estallido de la Guerra Civil (1936 - 1939), ya que el tenso clima socio-político hizo que el servicio se interrumpiera en septiembre de 1935, limitándose a partir de entonces la actividad de la línea a un circulación por sentido y día para evitar averías en vehículos e instalaciones por permanecer sin uso durante largo tiempo.

Durante la Guerra Civil el establecimiento de los dos frentes (Nacional y Republicano) a ambos lados de la cordillera del Guadarrama propiciaron que el FEG se encontrara en una zona en la cual se preveía una gran intensidad de combates, sin embargo esta situación nunca llegó a darse. Aunque el servicio regular se encontraba suspendido desde antes de la Guerra, el Ayuntamiento de Cercedilla tomó la decisión de trasladar las funciones de la escuela a Camorritos, para lo cual se empleaba uno de los coches motores, que subía a los niños por la mañana y los devolvía por la tarde, aprovechando la circulación para llegar hasta el Puerto de Navacerrada a modo de máquina exploradora.

(continuará...)

JL440


(Nota informativa): el texto ha sido extraído de Wikipedia, ya que el autor de gran parte del artículo dedicado a esta línea es un servidor.

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